21 ago 2012

El cáncer y la alimentación

"Cáncer" es un término que se utiliza para denominar enfermedades en las que células anormales se dividen sin control y pueden invadir otros tejidos. Las células cancerigenas pueden diseminarse a otras partes del cuerpo por el sistema sanguíneo y por el sistema linfático.

El cáncer no es solo una enfermedad sino muchas enfermedades. Hay más de 100 tipos de cáncer, la mayoría toman el nombre del órgano o de las células en donde empiezan; por ejemplo, el cáncer que empieza en el colon se llama cáncer de colon; el cáncer que comienza en las células basales de la piel se llama carcinoma de células basales.

Los diferentes tipos de cáncer se pueden agrupar en las siguientes categorías:
  • Carcinoma: es el cáncer que empieza en la piel o en tejidos que revisten o cubren los órganos internos.
  • Sarcoma: es el cáncer que empieza en los huesos, en cartílagos, grasas, músculos, vasos sanguíneos u otros tejidos conjuntivos o de sostén.
  • Leucemia: es el cáncer que empieza en el tejido en el que se forma la sangre, como la médula ósea, y causa que se produzcan grandes cantidades de células sanguíneas anormales y que entren en la sangre.
  • Linfoma y mieloma: cánceres que empiezan en las células del sistema inmunitario.
  • Cánceres del sistema nervioso central: cánceres que empiezan en los tejidos del cerebro y de la médula espinal. 
Todos los cánceres empiezan en las células, unidades básicas de vida del cuerpo.  Existen múltiples causas de cánceres como:
  • Benceno y otros químicos
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Toxinas ambientales, como ciertos hongos venenosos y un tipo de tóxico que puede formarse en las plantas de cacahuete (aflatoxinas)
  • Exposición excesiva a la luz solar
  • Problemas genéticos
  • Obesidad
  • Radiación
  • Virus
Sin embargo, la causa de muchos cánceres sigue siendo desconocida. La causa más común de muerte relacionada con cáncer es el cáncer pulmonar.

Se puede reducir el riesgo de desarrollar un tumor canceroso:
  • Consumiendo una dieta saludable
  • Haciendo ejercicio de manera regular
  • Reduciendo el consumo de alcohol
  • Manteniendo un peso saludable
  • Minimizando la exposición a la radiación y a químicos tóxicos
  • No fumando ni masticando tabaco
  • Reduciendo la exposición al sol, en especial si se quema fácilmente
Los exámenes de detección para cáncer, como la mamografía, el examen de las mamas para cáncer de mama y la colonoscopía para cáncer de colon, pueden ayudar a detectar estos cánceres en sus estadios iniciales cuando son más curables o tratables.
Muchos tipos de cáncer suelen estar relacionados con la alimentación, hasta un 30% de éstos, podrían tener relación directa con el tipo de alimentación que llevamos, por lo que una dieta más sana, variada y equilibrada, es una medida eficaz de prevención del cáncer y otras enfermedades.

La medicina convencional no ha logrado determinar con precisión cuales son los tipos de cáncer relacionados con la alimentación, ni cuales de sus componentes son los causantes de las alteraciones.

Sin embargo se puede asegurar que el exceso de grasas saturadas y de origen animal, se asocian con el cáncer de mama, colon, próstata, recto y endometrio; el exceso de cafeína ha sido relacionado con el cáncer de vejiga; la obesidad y el exceso de calorías aumentan el riesgo de cáncer de mama, colon, próstata, endometrio, riñón y tiroides. El abuso de alcohol se asocia con el cáncer de pulmón, mama, recto y cavidad oral, mientras que los alimentos salados, ahumados y adobados, aumentan la incidencia de cáncer de estómago y esófago.

Diferentes organizaciones de la salud han enunciado una serie de recomendaciones en cuando a hábitos alimenticios se refiere:
  • Reducir la ingesta de grasas disminuyendo el consumo de carnes rojas, manteca y grasas animales. Pueden ser sustituidos por carnes magras, pescado, pollo y derivados lácteos. Se recomienda cocinar los alimentos asados, hervidos o cocidos al vapor.
  • Aumentar el contenido en fibras, incluir en la dieta: pan, cereales integrales, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y frutas, sobre todo coliflor y col de bruselas.
  • Eliminar o al menos reducir el consumo de alcohol y tabaco.
  • Reducir el contenido de alimentos ahumados, muy tostados, muy condimentados en sal y/o vinagres.
  • Evitar comidas y bebidas muy calientes.
  • Utilizar preferentemente aceite de oliva, tanto para freír como para condimentar sus comidas.
  • Evitar la obesidad, los buenos hábitos alimenticios deberían ser complementados con ejercicio físico.

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