27 ago 2012

Advierten que detección precoz de cáncer no siempre es beneficiosa

Fuente: El Pais Digital

El dogma "la detección temprana del cáncer beneficia al paciente" está hoy en entredicho por los propios científicos. La efectividad de las pruebas y el comportamiento de ciertos tumores motivan un nuevo enfoque y varias advertencias.

Cuidado. Ese es el mensaje que científicos expertos en Oncología e Investigación Clínica transmiten en estos días. Cuidado con creer que la detección inmediata de cualquier tumor disminuirá la incidencia de la enfermedad; cuidado con ir detrás de nuevas técnicas de diagnóstico que no están lo suficientemente probadas; cuidado con las drogas avaladas para un uso que se indican para otro; cuidado con fármacos que se presentan con resultados excelentes pero tienen una toxicidad tal que provocan efectos adversos graves; cuidado con los altos precios de los medicamentos para el cáncer que pueden afectar negativamente al resto del sistema de salud; cuidado con la escasa investigación clínica en Oncología que se desarrolla en América Latina.

Esas advertencias fueron efectuadas la semana pasada por científicos de América Latina y Estados Unidos en Guadalajara, México, al abordar distintas aristas del tema en el taller "Los Medios yla Investigacióndel Cáncer", organizado por al Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI).

"Se suele asumir como un dogma que las técnicas de detección precoz van a redundar en una disminución de la incidencia de la enfermedad. Eso no siempre es así", dijo Marcia Cruz-Correa, directora de Investigación Internacional dela Universidadde Puerto Rico.

En el mismo sentido se manifestó Len Lichtenfeld, dela Sociedad OncológicaEstadounidense. "Podemos hallar el cáncer pronto. Podemos reducir la carga de la enfermedad, pero sobre la marcha estamos aprendiendo que nuestros exámenes no son tan buenos como quisiéramos", dijo a AP. Y añadió: "Estamos aprendiendo que detectamos tipos de cáncer que nunca causarán daños``.

¿BENEFICIOS? Para Cruz-Correa, las técnicas de detección precoz no son "automáticamente beneficiosas" sino que hay daños que pueden asociarse a estos métodos como sobrediagnóstico, falsos positivos y complicaciones por la técnica.

Por ello, cree que es importante una cuidadosa y rigurosa evaluación del test antes de introducirlo masivamente a la población. "Los beneficios deben ser mayores que los daños", remarcó.

Consultada por El País, Cruz-Correa señaló que hay casos claros en que sí está probado el beneficio. Por ejemplo, en los exámenes para detectar cáncer de mama o de cuello de útero, que en Uruguay son obligatorios para obtener el carné de salud laboral. "Ahora, eso es bien diferente a adoptar una metodología nueva como la pesquisa del cáncer mamario con imágenes por resonancia magnética, MRI, que ahora las mujeres lo están pidiendo en nuestros países en lugar de la mamografía, que ya está demostrado su beneficio".

-¿Para qué tipo de cánceres no hay pruebas que sean lo suficientemente seguras?

-De los cánceres que hay discernimiento masivo, el más controversial es el de próstata. No se ha demostrado aún que hacer PSA, que es el examen que se le hace a los hombres, disminuya la mortalidad.

Los problemas de esta prueba "son muchos", dijo la experta. Para empezar, da una alta proporción de "falsos positivos" -finalmente la persona no tiene la enfermedad. Pero aún en el caso de que una biopsia muestre luego que esa persona tiene cáncer, tampoco la efectividad de la técnica está demostrada. "A ese paciente hay que tratarlo. Entonces le vas a sacar la próstata o le vas a dar radioterapia o ambas cosas. Piensas que le sacaste el tumor y le salvaste la vida. Pero desafortunadamente eso no se ha demostrado. Fíjate lo que estoy diciendo: no se ha demostrado que sacar ese cáncer en pacientes que tienen PSA elevado disminuya la mortalidad de este paciente", remarcó.

Eso sucede porque "en la mayoría de los casos" el cáncer de próstata permanece en etapa preclínica (sin sintomatología) "muchos años". "Cuando pasa a la parte clínica probablemente el paciente se va a morir de cualquier otra cosa que de cáncer de próstata", señaló.

NUEVAS. Por otra parte, adoptar nuevas técnicas diagnósticas que no están suficientemente probadas es tema de preocupación para los científicos, que insisten en que los estudios deben ser de largo aliento -entre siete y diez años. Por ejemplo, para cáncer de colon se evaluó un biomarcador (CEA), que tenía valores más elevados en quienes tenían ese tipo de tumor. Luego, se demostró que la prueba daba una alta proporción de falsos positivos, porque también otros grupos de personas como los fumadores tenían CEA alto.

"¿Te imaginas que eso se hubiera adoptado como política pública y toda persona que tuviera un CEA elevado terminara con una colonoscopía y los costos y la angustia de eso?", señaló Cruz-Correa.

A su vez, remarcó que otro de los criterios que deben considerarse a la hora de evaluar un nuevo método es que efectivamente disminuya la mortalidad. Advirtió que la sobrevida de ciertos métodos puede ser "confusa" o "errónea". Es que detectar más temprano el cáncer puede llevar a pensar que las personas viven más años, cuando en realidad la sobrevida no varía sino que aparenta ser más porque simplemente la condición se detectó antes. "Si no cambiaste el curso de la enfermedad, se muere a la misma vez", dijo.

Promesas con alta toxicidad

"Quiero que entiendan que algunos de nuestros tratamientos, por desgracia, no son muy eficaces -ciertamente en términos de lo que es más importante para un paciente: “¿Cuánto más voy a sobrevivir?”. Con esas palabras Antonio Tito Fojo, jefe dela Sección TerapiaExperimental del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI), comenzaba a expresar una serie de preocupaciones en cuanto al tratamiento actual del cáncer.

Según el experto, el valor de muchos medicamentos oncológicos influye directamente en el aumento del costo de la salud en Estados Unidos. Incluso, consideró que fármacos que cuestan entre US$ 5.000 y US$ 100.000 son "insostenibles" para el sistema, ya que si se les otorgaran los más costosos a todos los enfermos (570.000 pacientes por año), se gastarían US$ 57 mil millones, una cifra 10 veces superior al presupuesto del NCI de 2011.

Por otra parte, el investigador llamó a evaluar cuidadosamente las investigaciones clínicas y las nuevas terapias. Mencionó que en una reunión dela Asociación Estadounidensede Oncología Clínica (ALCO) se presentó como un hallazgo valioso un tratamiento que aumentaba la supervivencia 1,2 meses en pacientes con cáncer de pulmón. Al analizar el estudio se encontró que las toxicidades serias e incapacitantes afectaban a la mayoría de los pacientes.

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