Esta variedad crece en
climas cercanos a los trópicos donde las precipitaciones no alcanzan los 50cm
anuales. Fue muy estudiada en China y en la India e introducida en este último país por el
C.I.M.A.P. (Cental Institute of Medicinal and Aromatic Plant) a partir de
ejemplares traídos de Inglaterra. El uso popular de la infusión de las semillas
se emplea en casos de malaria, enfermedades oculares y trastorrnos digestivos.
Las hojas, en disenterías crónicas y trastornos oculares.
El contenido en
artemisina le ha conferido la atención de la comunidad científica debido a sus
virtudes antimaláricas. El mayor porcentaje de esta sustancia se ha encontrado
en ejemplares procedentes de Europa (89,9 mg/100 g sobre el peso seco),
mientras que en la India
los máximos niveles fueron encontrados en la localidad de Kashmir (Gulati A. et
al., 1996).
La artemisina presente
en la hojas y flores (0,06%) fue probado
con éxito en pruebas in vivo como antimaláricos , en 3.368 pacientes con
cloroquino-resistencia (Mukherjee T. 1991).Respecto A esta propiedad, la misma
ya era citada en el libro de medicina Zhau Hou Beiji Fang publicado en el año 340 a.C.
Sin embargo, en la Universidad Nacional
de Taiwan, un grupo de investigadores pudo comprobar el efecto antimalárico en
extractos que carecían de artemisina, lo cual les indujo a investigar también
otros componentes, en especial un grupo de 4 flavonoides entre los que se
destaca la casticina (Eldford B. et al., 1987). Al parecer, estos flavonoides
tendrían un efecto sinergizante con artemisina, sobre todo en concentraciones
bajas de ésta ùltima(Liu K. et al.,1992).
Por otro lado, la
artemisina y la droga antimalárica mefloquina han demostrado poseer efectos
sinergizantes entre ellas en ensayos realizados in vivo contra P. berghei e in
Vitro contra P. falciparum (Chawira A. et al., 1986)
Un reciente informe de
la Organización Mundial
de la Salud,
redactado por su director, el Dr. Hiroshi Nakajima en 1994, ha revelado que la
administración de un compuesto elaborado con Artemisia annua en forma
inyectable, ha reducido la mortandad por malaria tres veces más que la lograda
con quinina. El producto se denomina “Artimethor” N.R. y ya está en el comercio
asiático.
Otro componente
aislado de esta planta y con actividad antimalárica es la arteannuina (Zou Z.
al et., 1985). Ambos componente demostraron efectividad contra Plasmodium virax
y Plasmodium falciparum, con muy buena tolerancia por parte de los dos mil
pacientes estudiados (NICKEL p., 1983). Los tres metabolitos urinarios
encontrados carecieron de actividad antimalárica en ratas de laboratorio
(Dayuan Z. et al. 1980).
En pacientes comatosos
enfermos de malaria. La introducción de dihidroartemisina y su sal sódica han
resultado efectivos en la restauración de salud de estos pacientes. Las pruebas
antimaláricas continúan realizándose con esta planta. Debido a que la malaria
se perfila como una enfermedad endémica en varias regiones del mundo, incluso
en el norte de Argentina, el estudio de los componentes antimaláricos de esta
planta revisten en la actualidad gran interés .
Al respecto, el
Instituto de Investigaciones de Productos Naturales de Análisis y Síntesis
Orgánica (I.P.N.A.Y.S) están trabajando en principio sobre los constituyentes
volátiles, para la obtención de aceite esencial mediante la destilación por
arrastre de vapor de agua. Así se evita extraer los componentes no volátiles
como la artemisina, presente en escasas proporciones. Por el momento la
síntesis química de artemisina es posible pero compleja y antieconómica (Bharel
S. et al.,1996).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.